14 de octubre de 2014

Piedra, papel o tijeras

El bulevar de Clichy
Picasso

Takashi Hashiyama, presidente de Maspro Denkoh Corporation, una empresa de electrónica con sede en Nagoya, no tenía claro si debía ser Christie o Sotheby la casa de subastas que vendiera la colección de arte de la compañía, valorada en más de 20 millones de dólares.

La colección (que incluía un importante paisaje de Cézanne, una escena de calle de la primera época de Picasso y una rara vista del apartamento de Van Gogh en París) no se dividió entre las dos casas, como sucede a veces. Tampoco optó por abandonar el proceso de subasta y vender las pinturas de otra forma.

En vez de eso, recurrió a un antiguo método de toma de decisiones que ha sido probado durante años en los patios de todo el mundo: una partida de piedra, papel o tijera.

En Japón, el recurso a este tipo de juegos de azar no es inusual. "A veces uso de tales métodos cuando no puedo tomar una decisión", dijo Hashiyama en una entrevista telefónica. "Como ambas empresas eran igual de buenas y yo simplemente no era capaz de elegir uno, yo les pedí que por favor decidieran entre ellos y sugirí utilizar el método de piedra, papel o tijera".

Kanae Ishibashi, presidente de Christie en Japón, se tomó en serio la preparación y pasó el fin de semana anterior a la fecha fijada investigando en la red la psicología del juego y hablando con amigos, entre ellos Nicholas Maclean, el director internacional del departamento de arte impresionista y moderno de Christie.

Las gemelas de once años de edad de Maclean, Flora y Alice, resultaron ser las expertas que Ishibashi estaba buscando. Jugaban en la escuela prácticamente todos los días.

"Todo el mundo sabe que siempre se empieza con tijeras", dijo Alice. "Salir con piedra es demasiado obvio, y tijeras gana a papel." Fiora dijo que "desde que empezamos a jugar, siempre supimos que tijeras era lo más seguro ". Señaló, además, que si la otra parte también elige tijeras y se requiere otra ronda, el juego correcto sería volver a elegir tijeras, pues el otro suele pensar que optarás por piedra".

Sotheby tomó un rumbo diferente: pensaban que se trataba solamente de un juego de azar, así que no le dedicaron mucho tiempo a pensar y fueron sin ninguna estrategia en mente.

Mientras, Kanae Ishibashi escribió en un mensaje de correo electrónico a un amigo en Nueva York, que para prepararse para la reunión rezó, lanzando sal, un ritual tradicional japonés para la buena suerte.

Dos representantes de cada una de las casas de subastas rivales llegaron a las oficinas en Tokio de Maspro, donde se les condujo una sala de conferencias con una mesa muy larga y se les pidió sentarse uno frente al otro.

En lugar del método habitual de jugar el juego con las manos, a los equipos se les pidió que escribieran una palabra en japonés (piedra, papel o tijeras) en un papel.

Un ejecutivo de Maspro comprobó los papeles y anunció el resultado. Christie fue el ganador: las tijeras cortaron el papel.

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